miércoles, 22 de junio de 2011

Palabras enguerinas VII

Abordamos hoy otro aspecto de esta sección que discurre sobre nuestra Parla Enguerina. Sabemos que en la mayor parte de las ocasiones las palabras, de cualquier idioma que consideremos, no viven solas sino formando oraciones y frases más o menos largas y complejas. Eso mismo ocurre en nuestro caso. Las cientos (y aún miles) de palabras que consideramos “enguerinas” las hallamos en el interior de los escritos de quienes las usaron dándoles un significado preciso gracias al contexto en el que fueron escritas. Y también, por suerte, aún las podemos descubrir en boca de quienes, ahora mismo,  las expresan de forma espontánea, pero siempre dentro del contexto en el que estamos hablando.


En uno y otro caso nos encontramos con expresiones, dichos, charrás, anécdotas, frases hechas, chistes y otras formas de hablar donde aparecen una o varias palabras enguerinas usadas en un contexto donde encuentran su sentido pleno, su sabor propio. Entonces, en el ambiente de una expresión completa, cada palabra que pronunciamos se puede entender con claridad y precisión, porque allí adquiere el significado que le quiso dar el que escribió o le quiere dar el que habla. Un ejemplo.
Cuando el inolvidable Pepe Ciges comenta, refiriéndose a un personaje conocido suyo que:”ha estau cinco o seis días privau sin salir de casa porque tenía la cama  unflá como una bota, pos como no se cudia, cualquier día pegará un reventón de tanto que hartajonea”, ni la cama es la de dormir, sino la pierna, ni la bota es la del pie, sino uno de los barriles para el vino que usaba el tío Aguardentero.

 ¡Chè quinas turmas!
¿Hongos o criadillas?

            A continuación van una serie de ejemplos de este tipo. Si los entendemos de este modo, todo quedará claro en lo que ahora leeréis. Y si no, a preguntar.