Pues sí, Señoras y Señores, hoy
tenemos el gusto de presentarles al Tío
Cerilo, más conocido como “Cerilo Carabaza”, aunque tiene sus dos apellidos, no crean; pero todos le
identifican como Cerilo Carabaza.
No, no piensen mal. Ya le irán
conociendo y, seguro… segurísimo, que esperarán sus sonadas carabazás; cuando lean una, verán cómo quedan esperando la siguiente.
En el episodio de hoy solamente
se autopresenta… ¡que no es poco!
* * *
El personaje lo es en toda regla
y la Redacción se ufana por dos motivos principales, a saber:
Primero, por el giro dado por su autora. Doña Mª Amparo Garrigós viene
triunfando al colocarse en la ola de los saineteros de última generación en
enguerino. Con este personaje investiga un nuevo campo, mediante el recurso a otra
forma literaria: el monólogo.
No es necesario insistir en que
estamos convencidos que en este nuevo género alcanzará también nuevas cumbres, y nos deleitará con
ello.
El segundo no es menos importante. En efecto, con esta serie retomamos
una de las prácticas más celebradas entre nosotros: la ilustración de textos.
Es cierto que hasta la fecha los trabajos han ido acompañados de
imágenes, fotografías las más; pero todos tenemos en nuestras neuronas las
ilustraciones con que José María Palop abría y llenaba las páginas de las
revistas A nuestros Jóvenes y Enguera
Junto a él, y siguiendo su estela, Jaime Barberán o Miguel Palop y
otros muchos nos deleitaron décadas y décadas.
Hoy, con las Carabazás del Tío
Cerilo, Paco Gómez retoma tal tradición. Y con no menor brillantéz, como podrán
observar.
Otros nombres, como podrán observar, esperamos entren en la nómina de
ilustradores de las letras enguerinas, tan ilustres como los anteriores, cuando
no más. ¡Que ustedes lo vean!
Con tal deseo iniciamos esta
etapa.
Esperemos
nos sigan acompañando en la nueva andadura.Acceso al Documento