“Se trata de una casa enguerina normal, ni muy antigua, ni muy moderna: un
comedor con mesa grande, siete sillas y alguna planta, cuadro, etc. en donde se
va a celebrar un santo. Imprescindible un mantel para la mesa con puntilla de
ganchillo o similar.
Por supuesto, en la mesa, tramuzos, cacahuetes, mejillones, pastas,
cerveza, anís, coñac, un bizcocho y, si se quiere, algún detalle más. Además
dos puertas: una que lleva hacia el interior de la casa y otra a la calle.”
Así
enmarca nuestra autora el inicio de la trama de una familia donde dos hermanas,
ya casadas, sortean la vida precisamente el día de la onomástica de una de
ellas.
El
resto del argumento… delicioso. Como lo es el estilo y la fuerza narrativa de
que alardea, no sin razón, doña Amparo Garrigós, quien en cada obra supera a la
anterior en todos los sentidos.
De
Amparo ya hemos podido publicar varios de sus sainetes; así, para quienes no la
hayan podido seguir, les cabe retomar los publicados en este mismo blog las
referencias siguientes:
El traile de
los botonetes, publicado
el 15 de Noviembre del 2.011
Y el del
olii!!!, publicado
el 21 de Febrero del 2012
Y hoy éste
que les presentamos, bajo el título de El santo de la Ramona, dedicado
a María
Marín, la Bienvenida, de quien afirma en la primera
página que “tanto aprecié y de la que tanto aprendí”.
Esperamos disfruten con
este nuevo sainete
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