Jaime Barberán en el año 1959
No es ocasión de hacer referencia a los múltiples aspectos de su vida; aquí y ahora compete referirnos a su capacidad literaria de la que son buena prueba las revistas a nuestros jóvenes y enguera, entre las locales, así como las colaboraciones en otras revistas y periódicos de tirada provincial y nacional.
A nosotros nos interesa rescatar su faceta como amante de nuestra cultura autóctona, al igual que su vena plasmada en nuestra parla. De toda esa gran producción, a la que deberemos volver, hoy les proponemos una de sus obras más trabajadas: Pa sainetes Engra u aquí no ha pasau ná. Cuadro de costumbres enguerinas.
La riqueza de vocabulario, entendemos, es su mayor contribución en esta obra. Aparecida el año 1.951, es fiel reflejo del momento revulsivo y de exaltación, así como de la valoración de nuestra parla, que se viviera en toda la Comarca con motivo de la visita del profesor canadiense Gulsoy. Jaime en la época de ex Alcalde
Otros desechan tal interpretación al concederle a tal visita únicamente el efecto de generalización del valor que nuestra habla pudiera tener como fenómeno social, fruto del efecto mimético que comporta la figura de un profesor foráneo.
Sea de ello lo que fuere, lo cierto y verdad radica en que ya los hombres de la cultura de la época, entre los que, a nuestro entender, hay que colocar al autor de la obra que hoy nos honramos en presentarles, ya habían dejado suficientes muestras del amor a nuestra parla, derivado de la comprensión que comportaba como riqueza cultural.