viernes, 25 de febrero de 2011

Un siglo de teatro


La imagen que tenemos en general de Emilio Granero, siendo como es de una amplitud, diría, casi sideral,  me atrevo a pensar que no alcanza la faceta de historiador.
Pues miren ustedes por donde, también el palico de narrar la historia lo tocó… ¡y de qué manera!
Pasen, pasen vuesas mercedes, retomando la expresión del Retablo de Maese Pedro. Aquí cabe decir aquello de lean, lean y conocerán como historió don Emilio nuestra faceta histriónica.

Y no escribo más para no interrumpirles en su lectura, aunque para histriónico: los personajes de estas fotos: Enrique Ribera, el mismo Ribera con Manuel Jordá de niño y… el Marqués de Perelló

 N.B.- Mientras no se diga cosa distinta, este trabajo de Emilio Granero y los correspondientes a esta sección fueron publicados en la Revista Enguera y se reproducen con la pertinente autorización.-

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miércoles, 16 de febrero de 2011

Palabras enguerinas III

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Entre las palabras que llamamos enguerinas algunas tienen origen muy remoto, como las que nos dejaron antiguos pobladores de estas tierras que hablaban el latín de los romanos.
 
Y también, las muchas palabras que proceden del árabe hispano, que fue el lenguaje común de los moros, habitantes de este territorio durante más de ocho siglos.
Después de la conquista de D. Jaime (1244) aquí se instalaron gentes venidas de Aragón, que aportaron muchos vocablos de su forma de hablar. Estas herencias, junto al catalán valenciano, matizaron el castellano que se fue imponiendo entre nuestros antepasados creando la Parla Enguerina. El reto es conseguir que no desaparezca esa riqueza de palabras enguerinas.
Vean que aquí traemos algunas de ellas.

martes, 8 de febrero de 2011

Las Muletas de San Antón

La obra que hoy les ofrecemos, Las Muletas de San Antón, es fruto de la Musa que se posó en dos autores recientes: Pepe Palop y Enrique Simón.
Los autores lo subtitulan con esta expresión: Sainete típico enguerino. También afirman dedicarlo a Luisa Ayala y Emilio ‘Estrela’.
Establecen que la escena se desenvuelve en la plaza de la Iglesia, precisamente en la esquina recayente a la calle del Señor, curiosamente la casa cantonera donde al parecer habitaba la Tía Ayala.
Pero, no está bien que les contemos más.
Entren en el documento y disfrútenla para desempalagarse de los carameletes de la fiesta de este año…
Las Muletas de San Antón